Motricidad gruesa
La motricidad gruesa se determina como una habilidad que el niño va adquiriendo desde su nacimiento, para así mover los músculos de su cuerpo y poco a poco mantener el equilibrio de la cabeza, del tronco, extremidades, gatear, ponerse de pie, y desplazarse con facilidad para caminar y correr; además de adquirir agilidad, fuerza y velocidad en sus movimientos.
Pérez (2006) cita a la Asociación Española de Psicomotricidad, para definir que el término psicomotricidad, basado en una visión global del ser humano, integra las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensorio motrices en la capacidad de ser y de expresarse la persona en un contexto psicosocial.
Por lo tanto, la psicomotricidad desempeña un papel fundamental en el desarrollo armónico de la personalidad. Se puede entender que es un proceso en el cual se van a ir evidenciando para toda la vida los procesos de motricidad tanto para la formación educativa, social y de comunicación como para la formación.
Ello implica que es un aprendizaje de suma importancia en el desarrollo del niño, por lo que resulta significativo investigar para conocer más sobre el tema.
¿Por qué es importante el desarrollo de la motricidad gruesa?
De acuerdo a García y Barruezo (1995), la educación infantil presenta como objetivo fundamental el estimular el desarrollo de todas las capacidades, tanto físicas, afectivas, intelectuales y sociales.
Por lo tanto, la práctica de la psicomotricidad desde los primeros momentos de su vida, permite a los niños completar su desarrollo psicomotor en cuanto a aspectos como el esquema e imagen corporal, la coordinación dinámica, la lateralización, el equilibrio, la ejecución y disociación motriz, el control tónico postural, la coordinación visomotora, la orientación y estructuración espacial y el control respiratorio.
Actualmente.. ¿La motricidad gruesa es un problema?
La psicomotricidad evidencia una preocupación en los últimos años; por ende tanto los padres de familia como las entidades educativas, propician la formación complementaria que reciben los niños desde su nacimiento hasta los dos o tres años de edad; básicamente debido a que la aplicación de la psicomotricidad viene a ser el medio de integración y adaptación del niño al medio que le rodea (Serrabona, 2006).
Aunque en realidad no todos los niños reciben estimulación temprana, debido a factores económicos, falta de información o simplemente la despreocupación de los padres de familia.
En la institución educativa privada según resultados de la encuesta realizada a los padres antes de la aplicación del test, aproximadamente un 20% de los niños no han recibido estimulación temprana, por lo que se evidencia niños con dificultades motoras, falencias que deben ser superadas para estar a la par con el resto de los niños.
Sin embargo, los niños presentan dificultades para mantener el equilibrio en un solo pie, o saltar en un solo pie; así también se evidencia que caminar sobre una línea recta es un reto. Además en cuanto a coordinación se observa que no realizan correctamente movimientos asociados de mano y cuerpo, ya sea a través de golpeos rítmicos o movimientos relacionados con la imagen corporal. Dichos aspectos influyen notablemente en el desarrollo escolar.
De esta manera, los niños que no conocen adecuadamente su esquema corporal y que presentan deficiencias de orientación espacial, tienen dificultades para adquirir determinadas estrategias, imprescindibles para el aprendizaje (Bottini, 2006).
Cabe señalar que, anteriormente, la psicomotricidad como disciplina se limitaba al tratamiento de niños y adolescentes que presentaban deficiencias físicas o psíquicas; pero en la actualidad se considera una metodología multidisciplinar cuya finalidad fundamental es el desarrollo armónico del niño (Pérez, 2004).
Datos recuperados de (https://pirhua.udep.edu.pe/bitstream/handle/11042/2603/EDU_042.pdf)